Visión artificial para lograr ciudades más eficientes
Las posibilidades de aplicar la visión artificial en diferentes situaciones de nuestra vida cotidiana hacen de esta tecnología el mejor aliado para promover ciudades más eficientes y sostenibles.
Según estimaciones de Allied Market Research , el mercado mundial de la visión artificial crecerá un 16% anual en los próximos años hasta alcanzar los 41 000 millones de euros en 2030. Esto no es de extrañar si tenemos en cuenta que las tecnologías de visión artificial o visión por ordenador con inteligencia artificial ya resuelven problemas en infinidad de sectores y actividades de las empresas (sanidad, seguridad, operaciones sobre el terreno, economía circular, comercios...) y cada vez más esta tecnología se utilizará para lanzar nuevas aplicaciones y usos que promuevan actividades más sostenibles dentro de ciudades más eficientes.
Por ejemplo, para la catalogación inteligente del mobiliario urbano de una ciudad. Revisar e identificar el mobiliario urbano requiere mucho tiempo y esfuerzo. Mediante la incorporación de cámaras en vehículos de transporte público como autobuses, nuestros algoritmos de IA, junto a la visión artificial, no sólo serían capaces de realizar inventarios, sino que también podrían detectar el estado de conservación de marquesinas, bancos, farolas, resolviendo problemas de vandalismo casi en tiempo real.
Estas mismas cámaras ubicadas en transportes públicos o vehículos autónomos podrían ayudar en la detección de pintadas o barreras arquitectónicas. Según el INE, en 2020 un total de 4,38 millones de personas residentes en hogares españoles tenían alguna discapacidad o limitación, siendo los problemas de movilidad las discapacidades más "comunes". El uso de la visión artificial permitiría detectar barreras arquitectónicas y posibles puntos de conflicto: semáforos, señalizaciones táctiles inadecuadas o defectuosas, visuales o audibles al cruzar; Elementos que dificultan el paso de carritos y sillas de ruedas; Comportamientos incívicos con coches, motos o bicicletas aparcados en una zona de paso...
También es una solución válida para la gestión del tráfico. Dado que es responsable en parte de la contaminación en las ciudades, la regulación y optimización del tráfico de forma autónoma e inteligente, permitiría ajustar el intervalo entre los semáforos en función de la densidad de ocupación de las calles y no por un ciclo de tiempo recurrente, contribuyendo a reducir los tiempos de desplazamiento y la contaminación en las ciudades.
La visión artificial también es vital para el desarrollo de vehículos autónomos, ya que será capaz de leer e interpretar las señales de tráfico, tomar decisiones para dejar paso a vehículos de emergencia o identificar de forma fiable a otros coches en la carretera o a peatones en la acera. También utilizamos la visión artificial para controlar y contar los vehículos que entran y salen de un garaje, para prevenir robos o para conocer el grado de ocupación de una zona de aparcamiento. Pero al igual que se utiliza para los vehículos, también podemos emplearla para contar animales en peligro de extinción colocando cámaras en espacios determinados o analizando grabaciones de drones.
En el ámbito de la seguridad, la visión artificial se utiliza con frecuencia en dispositivos de escaneado para la identificación de personas (o temperatura, como durante la pandemia) y objetos o para controles de acceso. A diferencia de otros métodos como los sensores, la visión artificial puede incluso anticiparse al comportamiento humano detectando las conductas sospechosas. Por ejemplo, para prevenir el robo de materiales o como ya ha ocurrido, para prevenir el robo de gasoil de su flota de camiones.
El escáner visual de personas también puede identificar cualquier objeto peligroso, como armas de fuego o cuchillas, pensando en el control de accesos en edificios públicos (ayuntamientos, aeropuertos, estaciones...) o lugares de espectáculos.
En la misma línea de prevención y control de accesos, aportamos una visión artificial en el campo de la prevención de riesgos laborales. Según los últimos datos del ministerio de trabajo, la mortalidad semanal en accidentes laborales aumentó un 10% el año pasado, con casi trece fallecidos cada siete días. Con la tecnología de visión artificial y gracias al desarrollo de algoritmos basados en redes neuronales (IA), la posibilidad de mejorar las medidas de seguridad frente a los riesgos laborales es infinita. Por ejemplo, escanear en tiempo real en multitud de entornos y situaciones, el uso correcto de equipos como: máscaras, cascos de seguridad, gafas de protección, guantes de trabajo, ropa reflectante, cinturones de herramientas, entre otros. De este modo, es el propio sistema el que, tras su análisis e identificación, decide automáticamente si permite o no al trabajador acceder a su puesto de trabajo.
Lo bueno de la visión artificial es que sus posibilidades de aplicación y sus ventajas son ilimitadas. Así que podemos simplemente esperar a que surja una oportunidad o, como hacemos en Seitech, trabajar para crear esta oportunidad y satisfacer una necesidad.